Dijimos entonces
“vienen por la República ”;
ahora decimos “se la llevan puesta”. Pero en este momento no hace falta hablar
de ello, porque si todos fuimos tan críticos, debemos saber que el régimen
muere indefectiblemente por sus propias contradicciones. Muere también esa
forma de hacer política que desprestigió la actividad más noble, que es cuando
los dirigentes políticos se convierten en gerentes para ser empleados, a través
del financiamiento espurio de los partidos políticos, de los grandes
empresarios, de los grandes financistas. Están muriendo en este preciso
instante.
Lilita Carrio
(Hacia un Nuevo Contrato Moral - 17-04-01)
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