Movimiento de Resistencia Cultural para una Nueva Construcción de Ciudadanía y República
Tenemos el deber de RESISTIR a un régimen que ignora los principios republicanos y federales que defendemos, oponiéndonos a los embates de un bloque de poder, que los viene aniquilando día a día, sin escrúpulos. La tarea es resistir la cultura que hoy encarna e impone el Kirschnerismo: la utilización de los pobres, el clientelismo político –que atrapa, sumerge y humilla-, la mentira institucionalizada, la impunidad garantizada, el fraude, la venganza y el resentimiento como instrumento político de dominación.
Hoy, 20 de diciembre de
En vísperas del advenimiento del año 2012, los viejos SIETE PECADOS SOCIALES a los que hacía referencia Gandhi, expresan plenamente nuestra actualidad: la política sin principios, la economía sin moral, el bienestar sin trabajo, la educación sin carácter, la ciencia sin humanidad, el goce sin conciencia, el culto sin sacrificio.
En estos tiempos, no se puede estar sólo a la defensiva, sino que debemos trabajar en acciones positivas para lograr el cambio que tanto anhelamos. Tenemos la responsabilidad histórica de constituir este movimiento político-social, federal abierto, pacífico y no partidario, con miras a promover
Esta convocatoria, se dirige a todos aquellos que son violentados y postergados en sus anhelos de justicia: a los hombres, mujeres, jóvenes y ancianos, que anhelen una vida mejor. Convocamos a los movimientos sociales, sindicales, estudiantiles, culturales, profesionales y empresariales, para que unidos, aún en las diferencias, y dentro de un marco de los valores que en común sostenemos, fundemos el Movimiento de Resistencia Cultural, para una Nueva Construcción de Ciudadanía y República 2012.
Esta convocatoria tiene por objetivo principal resistir al negacionismo de una cultura que se niega a la verdad, cuyo signo más evidente es la degradación de nuestra cultura en la que nadie reacciona frente a la muerte de niños víctimas de la venganza de sus padres. De la misma forma, hoy asistimos a la muerte de nuestra república, víctima del avasallamiento institucional y el silencio cómplice de la clase política argentina.
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